Nuestra curiosidad por la tecnología. ¿Cuándo nació?
Alguno de nosotros pudiera pensar que esa fascinación del
hombre posmoderno por la tecnología es
cosa reciente, toda vez que nunca como ahora había intervenido tanto en nuestra
cotidianidad.
Solemos asociarlo Informática, viajes espaciales, equipos
científicos, robótica, telecomunicaciones, y cualquier otro invento que en los
últimos 30 años ha roto paradigmas y nos han cambiado el modo de ser y actuar
en forma definitiva.
Pero lo cierto es que el impulso creador del hombre y la curiosidad por mejorar su
entorno para incrementar su calidad de
vida es tan antiguo como la propia humanidad.
La historia registra hace más de diez mil años la primera revolución tecnológica cuando
los seres humanos pasaron de ser nómadas a sedentarios desarrollando las primeras técnicas agrícolas.
Posteriormente la
invención de la rueda también significó un impacto tecnológico en su época
marcando un antes y un después en el transporte, la alfarería y muchas otras actividades
que simplificaban el trabajo y prodigaba
mayor bienestar.
La
curiosidad del hombre por acortar distancias, asegurar su
alimentación, simplificar procesos, aumentar la producción, vencer las
enfermedades, adquirir poder, y aportar bienestar a toda la humanidad es la historia misma de la tecnología
que siempre ha sido un plus y un signo de talento, voluntad, imaginación y
civilización que ha estado presente en todas las épocas.
Después de la carrera espacial que tuvo una presencia
preponderante hasta finales del siglo pasado, la humanidad canalizó su poder creador hacia la Informática, las comunicaciones
digitales, la automatización de procesos y todas estas innovaciones de las
cuales ahora pensamos que sería imposible vivir sin ellas. Son los atributos de
esta época avasallante que revolucionaron nuestra forma de vivir, trabajar,
divertirnos, comunicarnos, mercadear y producir.
La tecnología es la misma curiosidad y dedicación para
transformar nuestra realidad para hacerla más grata, fácil y digna de vivirse.
Que nunca se agote ese poder creador de la humanidad. Ese
que rompe fronteras, vence las adversidades, acerca a los pueblos y nos prepara
para conquistar lo inimaginable.
Comentarios
Publicar un comentario