¿Qué demostró el reto de las marcas sin colores?

Por Carlos Eduardo Croes

Recientemente, un reto en LinkedIn avivó un debate que ha surgido en oportunidades anteriores, sobre la importan de los colores en los logos de las marcas, algo que muchas veces es subestimado.

El experimento fue llevado a cabo por Pedro Carro, representante de Head of Internal Communication en GAM Soluciones, y se trataba de que los usuarios reconocieran varias marcas famosas sin sus colores clásicos en el empaquetado, a lo que muchos acertaron, sin embargo, la mayoría concluyó que los colores son el punto más atractivo y el principal diferenciador entre la competencia.

Esto demuestra que a pesar de que alrededor del consumo existen muchos factores que influyen en el qué y cómo compran las personas, los elementos visuales se llevan el mayor peso, siendo el color el más fuerte y persuasivo.

Es así como cuando hablamos de marketing digital, el color es uno de los protagonistas, ya que especialmente, las redes sociales facilitan el reconocimiento masivo de una marca, incluso fuera de su nicho.

Por eso forma parte de las estrategias para conquistar emocionalmente al consumidor, al realizar un juego con el significado de cada color y la intensión de una marca en particular, principalmente para lograr conseguir ser elegido y además, consolidar su fidelidad.

Esto se debe a que el color penetra en la mente del consumidor y puede convertirse en un estímulo directo para la venta, ya que los valores cromáticos condicionan el estado de ánimo, provocando ilusión, fantasía o tristeza, entre otros, por lo que a la hora de diseñar el logo de una marca no solo se debe pensar en que se vea bien, sino también en que sea funcional para la captación del público adecuado.

Es necesario tener siempre presente que los colores modifican las percepciones e influyen sobre las decisiones de compra, para poder aprovecharlos al máximo.