Compañerismo: Clave para las buenas relaciones laborales

Aunque parezca una circunstancia que se da de manera espontánea, el compañerismo es un valor que no debe dejarse de lado, ya que incide directamente en el buen clima organizacional, la productividad y la misma rentabilidad.

El compañerismo dentro del ámbito laboral supone la convivencia sana, solidaria y colaborativa de un equipo humano que comparte objetivos y un espacio en común. Se trata de relaciones basadas en la igualdad y la equidad, además que supone la existencia de una actitud respetuosa y considerada donde cada uno de ellos se beneficia de la participación de todos los miembros.

Si nos ponemos a imaginar por un momento la inexistencia de un compañerismo adecuado, obtendríamos un cuadro tenso y conflictivo marcado por el bajo rendimiento, propicio para la gestación de toda clase de vicios y desavenencias laborales y donde el individualismo exacerbado atentaría seriamente con las metas trazadas y con la imagen misma de la empresa.

Expertos en el área describen el perfil del buen compañero como aquel que mantiene un comportamiento amable, cordial y conciliador, evita las discusiones, escucha y atiende las críticas constructivas, valora el trabajo de los demás, procura o participa en momentos amenos, proyecta motivación y positivismo, pero por sobre todo, es capaz de crear un plus al hacer conexión efectiva con el resto del equipo.

De ahí que mi recomendación vaya a seguir de cerca y propiciar en lo posible el cultivo del compañerismo en nuestras organizaciones. Muchas veces, el solo detenerse a escucharlos en sus inquietudes, organizar pequeños encuentros amistosos fuera de la oficina o el solo evitar las críticas malintencionadas pueden hacer la diferencia logrando así un ambiente laboral positivo donde todo fluya y siga su curso hacia una jornada eficaz, donde los empleados sientan verdadero gusto de pertenecer a esa organización y donde cada uno de ellos puedan vivir una experiencia enriquecedora hacia su propio desarrollo profesional y personal.

Los departamentos de recursos humanos y relaciones institucionales pueden hacer mucho al respecto. Sin embargo no se descarta la asesoría y operación externa que haga un estudio de clima organizacional, evalúe los principales puntos de fricción y en consecuencia, programe una serie de actividades tendientes a estrechar los vínculos entre sus colaboradores.